Dado que nadie está excluido de invocar a Dios, la puerta de la salvación está abierta a todos. No hay nada que nos impida entrar por ella, sino sólo nuestra propia incredulidad.
¿Qué es la religión verdadera? ¿Cuál es la falsa? ¿Sientes gozo en la obediencia a Dios o es como una carga? ¿Estas siendo un vivo reflejo del carácter de Dios? Escucha la prédica del domingo