Dado que nadie está excluido de invocar a Dios, la puerta de la salvación está abierta a todos. No hay nada que nos impida entrar por ella, sino sólo nuestra propia incredulidad.
¿En que consiste la adoración real, pura y genuina?, ¿Es tu adoración y honor al Rey desinteresada, y llena de gratitud?, ¿Es tu adoración y honor al Rey superficial e indiferente?, ¿Es tu adoración una constante busqueda de la Gloria de Dios?