El más grande Tesoro
Muchas personas aman las cosas que Dios puede dar pero no a Cristo. ¿Dónde está tu corazón? ¿Amando el dinero o las posesiones terrenales? ¿O amando a Dios mismo? Tenemos que entender que Dios no le interesa lo que nosotros tengamos o cuánto dinero damos a la Iglesia sino nuestro corazón. Dios quiere 100% de nuestro corazón.