Dado que nadie está excluido de invocar a Dios, la puerta de la salvación está abierta a todos. No hay nada que nos impida entrar por ella, sino sólo nuestra propia incredulidad.
El libro de Hebreos fue escrito con el fin de advertir a los creyentes que estaban desviando lejos del Evangelio y la salvación que ofrece, ademas fue escrito para animar a los creyentes ma