Cristo es la imagen visible del Dios invisible. 
Él ya existía antes de que las cosas fueran creadas y es supremo sobre toda la creación
porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe en los lugares celestiales y en la tierra.
Hizo las cosas que podemos ver y las que no podemos ver, tales como tronos, reinos, gobernantes y autoridades del mundo invisible.
Todo fue creado por medio de él y para él.
Él ya existía antes de todas las cosas y mantiene unida toda la creación.
Cristo también es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo.
Él es el principio, supremo sobre todos los que se levantan de los muertos. Así que él es el primero en todo.
Pues a Dios, en toda su plenitud, le agradó vivir en Cristo, y por medio de él, Dios reconcilió consigo todas las cosas.
Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra, por medio de la sangre de Cristo en la cruz.

Colosenses 1:15-20 NTV

Mi oración es que conozcas, que te esfuerces en conocer la SUPREMACÍA DE CRISTO:

• La supremacía de Su divinidad, igual a Dios el Padre en todos sus atributos - el resplandor de Su gloria, y la imagen misma de Su naturaleza.
• La supremacía de Su eternidad que te deja perplejo con el hecho inconmensurable que Jesucristo nunca tuvo un inicio, que Él siempre ha existido. Realidad absoluta con la que debemos compararnos.
• Entendamos la supremacía de Su eternidad, mientras todo el universo, incluyendo este edificio, tu cuerpo, la Tierra, y todas las galaxias son frágiles, inciertos, como sombras que pasan en comparación a la trascendencia de Jesucristo.
• Debemos conocer la supremacía de Su inmutabilidad con virtudes que nunca cambian. Con un carácter con decisiones eternas, ayer, hoy y siempre.
• Conozcamos la supremacía de Su inmutabilidad y conozcamos la supremacía de Su conocimiento; Que hace que la Biblioteca del Congreso de los EEUU parezca una caja de fósforos y que toda la información en el internet parezca tan poca como la de un almanaque de los 40’s y que la física cuántica y todo lo que Stephen Hawking alguna vez soñó parezcan cursos de primer grado.
• Debemos conocer la supremacía del conocimiento de nuestro Señor. Debemos conocer la supremacía de Su sabiduría, que nunca ha sido confundida por problema alguno, ni puede ser enseñada por nada ni nadie en el universo.
• Debemos conocer la supremacía de Su autoridad: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, y debajo de la tierra”.  ¡Su autoridad no ha cambiado! ¡Él tiene toda la autoridad!. Cambia el curso de los años y los tiempos, Él quita a los reyes y pone a los reyes, “Él hace según Su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra y hay quien detenga Su mano, y le diga: ¿Qué has hecho?”.
• Debemos conocer la supremacía de Su providencia, sin la cual ningún pajarito de toda la enorme selva Amazónica ha caído a tierra alguna vez. Y sin la cual ningún cabello se vuelve blanco o negro.
• Conozcamos la providencia de Jesús. Debemos conocer la supremacía de Su Palabra; que sustenta el universo con la palabra de Su poder. Todas las galaxias, las moléculas, los átomos y partículas sub-atómicas con las que nadie ha soñado aún, allí donde nadie ha mirado todavía.
• Debemos conocer la supremacía de Su poder; al caminar sobre el agua, limpiar leprosos y curar paralíticos; abrir los ojos a los ciegos y abrir los oídos de los sordos; al calmar las tempestades; y dar vida a los muertos con dos palabras: “Lazaro, ven fuera” O con una sola palabra: “Cuando estabas en tus sangres te dije:  ¡Vive!” (Ez.16:6)