"Quédate quieto en la presencia del Señor, y espera con paciencia a que él actúe" 
Salmos 37:7 

En el Salmo 37 David escribe un poema sobre el enigma entre la prosperidad del impío y la aflicción de los justos, pero sobre todo muestra el amor de Dios por sus hijos y  el cumplimiento de sus promesas. Este Salmo ofrece un remedio a  la enfermedad del descontento, y un antídoto contra la impaciencia. 

¿Será que éste salmo es útil para nosotros hoy?

Por supuesto que si, puesto que no creo que seamos amantes de esperar, queremos todo de manera instantánea, andamos cada día mas a prisa,  no nos gusta esperar en el tráfico, ni en las filas de los bancos, y somos renuentes a esperar, por esa razón es necesario y bueno sentir el  fuerte golpe que el Salmo 37:7 da nuestra impaciencia e  inseguridad.

Cuando Dios dice: Quédate quieto en mi presencia, y espera con paciencia a que Yo actúe. No hay nada  más que hacer más que obedecer.

¿Cuántas cosas el salmista David dice que debemos hacer? Quedarnos quietos y esperar con Paciencia en el Señor.

Esto es un proceso duro y difícil en nuestras propias fuerza aún más cuando nuestras propios deseos son para ver las cosas hechas ya, queremos ver respuestas ya, queremos ver resultados ya. Actuar cuando Dios quiere que estemos quietos es un acto de rebelión en contra de Dios, es un acto de desconfianza, y es una ofensa en contra de su carácter amoroso.

Pero ¿Cómo es posible hacer esto?

La palabra de Dios nos ayuda a poner en perspectiva correcta este texto, es evidente que en nuestra propia capacidad no podemos, no podemos permanecer quietos, cuando vemos la crisis venir hacia nosotros, no queremos esperar con paciencia cuando las angustias, temores y ansiedades nos rodean. 

Pero Gracias a Dios si podemos hacerlo, Sobre todo cuando aprendamos a:

No inquietarnos por nada (Salmo 37:1) poniendo nuestra confianza en el Señor en donde estamos seguros (Salmo 37:3) deleitándonos en el Señor (Salmo 37:4), y entregando todo en sus manos (Salmo 37:5). Esto es un acto de dependencia, sumisión, y adoración.  Sólo así podremos quedarnos quietos en su presencia.

Dime ¿Hay algo mejor que estar en Su presencia? No lo creo, el Salmo 27:4  nos dice que sola una cosa es necesaria y esa es vivir en la casa del Señor todos los días de nuestra vida,  pero lo más poderoso es ¿Para qué? Para contemplar su hermosura, deleitándonos en la perfección del Señor. Cuando hagamos esto podremos estar quietos y esperando en él, porque hemos reconocido que no hay nada mejor que deleitarnos en su hermosura.

El Salmo 37 termina diciendo: Él Salva a los Justos, y ellos encuentran refugio en Él. Dios hará, y cumplirá sus promesa, quedarnos quietos y esperar en él Señor  es un regalo inmenso para nosotros sus hijos. 

Aplicación

1. ¿En que áreas de tu vida Dios quiere actuar pero tu no lo dejas?
2. ¿Por qué están difícil para ti esperar en el Señor?
3. ¿Cuáles son esas cosas en las que no estas confiando en el Señor, Deleitándote en el Señor, y dejándolos en Sus manos?
4. ¿Es Dios tu refugio?