Dado que nadie está excluido de invocar a Dios, la puerta de la salvación está abierta a todos. No hay nada que nos impida entrar por ella, sino sólo nuestra propia incredulidad.
Regresamos a nuestra serie de los profetas menores. La ira de Dios es un tema que no se toca mucho en las Iglesias, ¿Qué podemos aprender del profeta Nahúm acerca de este tema? ¿Qué relevancia tiene en nuestra vida?