Dado que nadie está excluido de invocar a Dios, la puerta de la salvación está abierta a todos. No hay nada que nos impida entrar por ella, sino sólo nuestra propia incredulidad.
El Espíritu Santo siempre nos dirige hacía Cristo, ¿Como deseas vivir tu vida? ¿en base a tus propias fuerzas? o ¿en base del Poder del Espíritu Santo?, aprende más en este mensaje acerca del glorioso Espíritu Santo...