No Te Angusties
“No dejen que el corazón se llene de angustia”
Juan 14:1
Jesús les decía estas palabras a sus discípulos para calmar sus angustiados y desesperados corazones. Estas palabras siguen resonando y llamándonos a confiar más en el Señor, y en el momento de la necesidad correr a Él. Dios no está distante en las crisis, las crisis son solo un medio para llamarnos a volver a Él de corazón. Dios quiere que fijemos nuestra mirada en Él.
Hasta el momento no conocemos de un caso confirmado de coronavirus en Nicaragua, y hasta este momento solo se han confirmado 9 casos en Costa Rica. Se dice que dos casos sospechosos entraron a Costa Rica por Nicaragua, y si estos dos casos son positivos es muy probable que el coronavirus ya esté en nuestro país o que falte muy poco para así sea. Pero no se turbe, no se angustie el corazón.
Creo que todos estamos enterados de lo que está ocurriendo en el mundo, y aunque hay buena información en los medios, también hay mucha mala información que nos ha llevado a especular y ponernos en un estado de confusión. Hay información tanto útil como inútil, y si le sumamos a esto la falta de información del gobierno y del ministerio de salud, todo nos lleva o nos arrastra a la histeria y el pánico. El COVID19 o coronavirus es una enfermedad que aún se está desarrollando y en comparación con otras enfermedades ha sido menos letal. Aproximadamente el 80% de las personas enfermas con el COVID19 no llegan a un estado crítico o condiciones extremas de salud, por supuesto hay motivos para estar alerta y preparados, pero sobretodo listos para hacer lo correcto.
¿Qué deberíamos hacer como creyentes? ¿Estamos realmente preparados para enfrentar el COVID19 “Coronavirus”?
Déjame darte algunas sugerencias: Es bueno y saludable tener la buena educación de taparte si estornudas, toser en un pañuelo o en tu antebrazo, lavarte las manos y usar alcohol en gel, ir al médico si te sientes enfermo. Pero con todo esto lo más importante es que vayas a tu closet de oración y te humilles ante el gran poder de Dios.
1- Ora y descansa en la Soberanía de Dios. Isaías 46:8-11
Dios está en control de todo, quizás hoy estamos desesperados ante una crisis de salud mundial, pero Dios está permitiendo esta crisis para llamar nuestra atención hacia Él, el coronavirus no está fuera de la soberanía de Dios.
2- Ora y cree en el poder de Dios. Efesios 3:20
Una enfermedad como ésta nos hace ver la realidad de quienes somos realmente, débiles, frágiles e impotentes. La mejor manera de enfrentar una situación como ésta es confiar en el poder de Dios.
3- Ora y confía en el plan de Dios. Jeremías 29:11
Jeremías 29:11 es citado en muchas situaciones para dar ánimo y efectivamente debe hacerlo ya que Dios en este verso le anticipa a Israel un tiempo de sufrimiento para purificar sus corazones, pero principalmente les anima a confiar en el plan de Dios incluso en medio del sufrimiento. No solo se trata de estar en paz con Dios, sino también en confiar en Sus planes. Dios nunca falla, Dios cumple sus promesas, y Dios siempre tiene el propósito de que le busquemos de corazón.
4- Ora y sirve. Lucas 8:16-18
Si algo nos ha recordado el coronavirus es que las personas necesitamos seguridad real, algo más grande que nosotros mismos a lo cual podamos aferrarnos y descansar. Como creyentes debemos dirigir a las personas al único que puede calmar sus corazones atribulados: Cristo.
5- Ora y predica. 2 Timoteo 4:2
Si un virus como el coronavirus despierta preocupación en la gente por enfermarse o morir, debemos ser fieles en predicar que la ira de Dios en el día del Señor será aun peor que un simple virus. Por eso iglesia debe predicar siempre, sea o no oportuno.
6- Ora y ayuna. Joel 1:13-14
Debemos orar y clamar al único que puede salvarnos. Debemos ayunar en actitud reverente reconociendo nuestros pecados, arrepintiéndonos y clamando a Dios por misericordia de nuestras almas.
7- Ora y espera en el Señor. Salmo 40.
Creo que es difícil esperar, pero mientras más confíes, creas y descanses en el Señor, es mucho más fácil esperar con gozo.
8- Cristo es suficiente.
La crisis nos lleva a un punto en que nos damos cuenta de nuestra profunda necesidad de Cristo, y que en medio de la tormenta, caos, tribulación o sufrimiento podamos decir “Cristo es suficiente”. Por eso encuentras muchas veces en las Escrituras la frase “No temas”.
Eres amado.