“La oración eficaz del justo puede mucho” Santiago 5:16b

Oración de Elías (un justo orando fervientemente) 1 Reyes 18

La adoración a Baal se había generalizado en Israel por influencia de Acab, y Jezabel su esposa había determinado matar a todos los profetas del Señor.

Elías se presentó ante el rey y retó a los 450 profetas de Baal, a los 400 profetas de Asera, juntamente con todo el pueblo, para que cada bando clamara y manifestara quien era el verdadero Dios.

El pueblo estaba indeciso y estaba tratando de conciliar el servicio y la adoración a Dios con el de Baal.  El pecado principal del pueblo no fue rechazar la adoración a Dios sino pensar que podía combinarla o compartirla. Dios  es celoso y no comparte Su gloria y Su majestad con nadie. (Éxodo 34:14, Nahúm 1:2). Dios es majestuoso, sublime, excelso nada en toda la creación se compara con El.

¿Pero cuántas veces hemos creído nosotros lo mismo que el pueblo de Israel? ¿Con cuanta facilidad nos fabricamos  ídolos en nuestro corazón y pensamos que podemos servir y adorar a Cristo juntamente con ellos? Que tontos somos cuando creemos que Dios va a tolerar o permitir algo así. La falta de fe o la indecisión es simplemente el resultado de no estar creciendo en conocer a Cristo día con día. ¿Cuánto tiempo pasas diariamente en La Palabra para conocer los atributos del Señor y deleitarte en Su grandeza?

Al final de esta historia vemos como Dios respondió la oración de Elías lanzando fuego del cielo que consumió el toro, la leña, las piedras y el polvo (1 Reyes 18:38), demostrando una vez más que solo Él es Dios y que solo Él es Todopoderoso y Sublime.

Elías oró al Dios verdadero, reparó el altar para poder ofrecer sacrificios al Señor, adoró únicamente a Dios y reconoció el señorío de Cristo sobre su vida y su condición delante de Él. En todo momento entendió que todo fue hecho por mano de Dios, no hubo vanagloria sino humillación. Además tuvo la motivación correcta al orar: que Dios fuera glorificado y honrado. 1 Reyes 18:36
 

¿Qué podemos aprender de la oración de Elías?

• Orar para que Cristo sea glorificado y no que yo sea glorificado o admirado por los demás.
• Orar conforme a la voluntad de Dios y no en base a nuestras propias pasiones y deseos. Santiago 4:2-3 dice lo siguiente: “Desean lo que no tienen, entonces traman y hasta matan para conseguirlo. Envidian lo que otros tienen, pero no pueden obtenerlo, por eso luchan y les hacen la guerra para quitárselo. Sin embargo, no tienen lo que desean porque no se lo piden a Dios. Aun cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas intenciones: desean solamente lo que les dará placer.”
• Detenerse a escuchar la voz de Dios al orar. Dios guío a Elías en todo momento, Elías estuvo atento a la dirección del Señor y creyó por fe todo lo que Él le indicó hacer.
• No dudar en el corazón  “Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor;  es indeciso e inconstante en todo lo que hace”(Santiago 1:6-8)
• Orar fervientemente y sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17)
• La única forma en que Dios nos puede ver justos es por medio de la fe en Jesucristo (Romanos 3:22), una persona que no ha entregado su vida a Cristo no puede orar eficazmente ni fervientemente.
• Reconocer que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre (Hebreos 13:8) Dios es inmutable nunca cambia y todos sus atributos son eternos.

Aplicación

• ¿Estas mortificando tu carne y los ídolos en tu corazón para que Cristo sea el centro y el todo de tu adoración?
• ¿Está tu vida anclada en la roca firme que es Cristo, o estás con uno o dos pies en el mundo, indeciso como el pueblo de Israel?
• ¿Glorifican tus oraciones a Cristo, le exaltas con todo tu ser al orar, le das gracias por todas Sus bondades a tu vida, pides a Dios por los demás antes que por tus propios intereses y deseos? ¿Cuál es tu motivación real al orar?